El Viernes Santo junto a toda la Iglesia nos unimos en duelo y espíritu penitencial para conmemorar la Pasión y Muerte del Señor.
La Parroquia Santo Domingo de Guzmán de Ñuñoa, acogió a gran cantidad de parroquianos, quienes participaron con especial devoción en las celebraciones litúrgicas, llenas de riqueza, profundizando en el misterio del sacrificio de Cristo.
Paralelamente, la Santa Madre Iglesia nos invita a acompañar a la Virgen María en sus sufrimientos de madre. Por eso la presencia siempre esperada de la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima, que tocó lo más hondo los corazones de los asistentes.